Misa vaticana en honor de Galileo por primera vez en cuatro siglos
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La Iglesia católica celebrará el domingo en Roma, por primera vez en cuatro siglos, una misa en honor del célebre científico italiano Galileo Galilei (1564-1642), condenado por la Inquisición a causa de sus tesis sobre el universo, informó este viernes la oficina de prensa del Vaticano.

 

La misa será oficiada en la Basílica romana de Santa Maria de los Ángeles por monseñor Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura. La iniciativa fue organizada por el World Federation of Scientists, precisa el comunicado de la Santa Sede. A la misa asistirán científicos de varias nacionalidades, entre ellos chinos que donarán una estatua de bronce del padre de la astronomía.

 

El Vaticano, que organizó este año varias conferencias sobre el científico, anunció el año pasado la reedición de las actas del proceso a Galileo para refrescar la memoria de quienes acusan a la Iglesia católica de haber condenado al célebre físico.

 

La condena de Galileo a la cárcel, pronunciada en 1633 por la Inquisición tras un largo proceso en el que corría el riesgo de ser llevado a la hoguera por hereje, jamás fue firmada en efecto por el papa Urbano VIII.

 

Pero el sabio, defensor de la tesis heliocéntrica del universo, según la cual la Tierra gira en torno al Sol, fue obligado a retractarse y sus obras fueron prohibidas. Pasó el resto de su vida en aislamiento.

 

El Vaticano ha reconocido progresivamente sus errores en el caso Galileo, quien fue perseguido más por las implicaciones teológicas de su saber que por sus tesis científicas propiamente dichas. Las Naciones Unidas proclamaron 2009 como el año internacional de la astronomía para conmemorar la primera utilización del telescopio de Galileo.

 

Monseñor Ravasi admitió recientemente que los "tiempos están maduros" para un reconocimiento de la figura de Galileo, sobre todo después de que el Concilio Vaticano II (1962-1965) empezara su rehabilitación, confirmada en 1992 por el papa Juan Pablo II, quien admitió que el juicio del físico italiano había sido "un error".