EVOLUCIÓN E INVOLUCIÓN
Alberto Sáenz Enríquez  
La seguridad que se tuvo durante décadas sobre la verdad de la teoría evolucionista se desquebrajó en los últimos cuatro,  cinco o mas lustros cuando muchas y muy altas voces del ámbito científico- que ya no sólo religioso y educacional -empezaron a plantear serias dudas contra la teoría, provenientes de la embriologia comparada, la genética y aún la paleontologia y la antropologia ,muchas veces burladas ya de tiempo atrás por evolucionistas poco escrupulosos.
 
Se vinieron abajo las especulaciones de Richard Goldschmidt sobre los monstruos esperanzadores ( Mutantes al azar que dieran razón de la transición de unas a otras especies, lo cual es un imposible genético) , las de Stephen Jay Gould, sobre dinosaurios emplumados progenitores de las aves ( Descubriéndose que las supuestas plumas de estos reptiles son excrecencias colágenas de sus cadáveres al descomponerse),  las de Urey y Fred Hoyle ,sobre posibles traslados de materia viva intergaláctica en meteoritos  -sabido bien de lo imposible del ADN de sobrevivir condiciones extremas de temperatura- las de Stanley Miller y su creación de materia celular a partir de elementales aminoácidos sin la desviacion optica propia de los que integran la complejísimas proteínas...
 
Se pusieron al descubierto los fraudes o  los crasos errores de considerar ancestros humanos al Neanderthal con superior capacidad craneal a la nuestra, o a los australopitécidos , pitecantrópidos y sinántropos inventados a base de vaciados craneales manipulados defectuosamente, o de un érroneo examen de restos oseos de simios como Lucy etc.
 
Se puso al descubierto la falsedad genealógica de restos de proboscibios y équidos sin relación geográfica o cronológica que se exhibieron en multitud de museos y revistas, como lo denuncíó Norman Mac Beth  y se contó con la confesión de Niles Eldridge y del mismo Stephen Jay Gould de que lo que lo que se descubre en la estratigrafía paleontológica no es evolución de especies, sino un estado estacionario y escalonado por infranqueables abismos en el tiempo.
 
Otrosí la teoría evolucionista tuvo un efecto tremendo en la conducta de un ser humano persuadido de ser descendiente de las bestias.
 
La música perfecta y  esplendorosa de los Bach, los Mozart y los Handel, o la romántica y hermosísima de los Beethoven, los Chopin,los Wagner y los Tchaikovsky cedió a los sonidos selváticos y bestiales de las partituras de Stravinsky y de Stockhausen, el elegante y palaciego vals se tornó en los ritmos animalescos del fox trot,el jazz, el boogie-boogie, el twist , el rock, el rap.....Johann Strauss se metamorfoseó paulatinamente en Michael Jackson...
 
Leonardo, Miguel Angel, Tiziano, Jacques Louis David e Ingres se fueron transformando en el esquizofrénico Van Gogh, el ferocismo de Matisse , los cubismos y desfiguracionismos de Picasso, Gris, Miró y Kandinsky y en un arte que no deja de ser magnífico por ser humano, al fin y al cabo, pero que parangona a las fieras...
 
Freud quiso ver en el hombre  una alimaña movida siempre por un fondo de sexualidad brutal e incestuosa y Marx vió al arte a la religión y a la filosofía, como simples entarimados de la base natural y material de la fenomenología de producción de mercancías.
 
Todo se volvió simiesco y hasta el culto religioso involucionó hacia lo bestial en arquitecturas extrañas muy lejanas del gótico, el barroco o el neoclásico, el culto a Dios ya no recibió los cantos sacros gregorianos o las misas de gran espiritualidad de Palestrina, de Haydn o de Bruckner, sino el adefesio de cantos de barriada, por conjuntos de desarrapados con los cabellos erizados y su horrendo sonido de guitarras, no al estilo señorial de un Segovia sino de la taberna y las discos....
 
ASE