Alberto "El Grande", el sabio de los sabios

Escrito por Alberto Sáenz Enríquez | 15 de Noviembre de 2010


Uno de los más grandes sabios del Medioevo y del pensamiento católico universal fue San Alberto “El Grande” (o Magno), sobre cuyo nacimiento nadie se pone de acuerdo, pues aunque todos los tratadistas lo consideran nacido en Lauingen Baviera, la fecha oscila entre 1193 a 1206. Es universalmente aceptado que falleció en Kohln (o sea Colonia, Alemania) el 15 de noviembre (fecha de su festejo santoral) de 1280.

Aunque era de la familia de los poderosos condes de Bollstadt, Alberto, que se ordenó como dominico en Padua, tomó muy en serio ser miembro de una orden mendicante, viviendo siempre de la caridad pública y los múltiples viajes que hizo por Alemania, Italia y Francia fueron siempre a pie.

Su ordenación la hizo a pesar de la oposición de su padre, que deseaba destinarlo al cuidado de las tierras y riquezas de su condado y aunque en un principio repudiaba los estudios e incluso se fugó de la Universidad de Padua colgándose de una ventana, la tradición narra que María Santísima le ordenó seguir sus estudios, llegando con el tiempo a ser considerado el sabio más completo de su época.

Efectivamente, Alberto de Bollstadt es célebre por haber sido físico, químico (en su época llamado alquimista y descubridor del arsénico) astrónomo (defensor acérrimo de la redondez de la tierra) botánico, geógrafo y, desde luego, teólogo.

Además, como lógico y filósofo fue un propulsor del método experimental y aunque también fue traductor y difusor de Aristóteles, nunca fue un dogmático seguidor de éste, sino más bien un corrector de sus principios.

En 1245 fue doctorado en París y allí fue maestro de Tomás de Aquino y de Henry Byren, dos futuros sabios que dejarían huellas opuestas en la historia de la filosofía católica.

En París eran tan solicitadas sus cátedras que tenía que impartirlas en la plaza pública, hoy aún existente como la más antigua de esta capital francesa, con el nombre de Maubert, contracción de "magister Aubert": maestro Alberto.

En 1245 también fue ponente en el Concilio Ecuménico de Lyon I. Fue nombrado obispo de Ratisbona en 1259, mas dispensado en 1263 para no abandonar sus estudios y continuar dictando sus cátedras, esta vez en Colonia.

Falleció en esa ciudad durante un coloquio amistoso con sus cofrades. Beatificado en 1622, no fue canonizado y nombrado Doctor de la Iglesia sino hasta 1931.

Su famoso alumno Henry Byren fue excomulgado por la primera proposición de su famoso "diorema" o doble argumento lógico-cosmológico que estatuía:

a) Que siendo la perfección máxima una esfera, Dios debía tener esa forma y por ello el hombre no podía ser su imagen y semejanza.

b) Que la materia descendía de lo trascendente a lo contingente (un antecedente de la entropía o segunda ley termodinámica que estatuye que la materia se transforma del orden hacia el desorden).

En tanto, el más grande de sus discípulos, Santo Tomás de Aquino, quien llegó a ser tan obeso que tenían que recortar un círculo en la mesa del refectorio para que pudiese sentarse a comer y que era motejado como "buey alado" por su corpulencia y santidad (pues en verdad comía austeramente) llegó a ser el más grande teólogo de todos los tiempos.